La arquitectura presta atención a dos componentes vitales: la organización del espacio habitable y la relación del ser humano con los elementos naturales. En medio de estos dos supuestos extremos se halla la interacción social, lo que hacemos públicamente en nuestro acontecer por la ciudad.
El vínculo con la ciudad muchas veces está condicionado por la rutina y los ritmos propios de cada habitante. El arte y la arquitectura pueden ayudar a expandir la conciencia de esta relación y a ver con otros ojos y otro tiempo la preeminencia sensible que pueden tener la sombra, lo vegetal y la brisa como vivencia del entorno.
Esto es lo que ha planteado el arquitecto Adrián Torres Astaburuaga, en colaboración con Fumiko Ikemoto, para su obra Transition (2017) que se inscribe dentro del programa “l’IVAM produeix”, que lleva adelante el Institut Valencià d’Art Modern. Transition es una instalación de 100 m2 y 25 metros de largo ubicada en la explanada de la fachada del museo valenciano que funcionalmente está concebida para contener la irradiación solar de estos meses. La propuesta se desarrolla a partir de una suerte de gazebo reticular y modular, hecho en madera, con toldos y plantas. La estructura de carácter temporal dispone de plataformas y listones que invitan al visitante a recorrerla o sentarse y a hacer de ella una zona de transición entre la inclemencia térmica del verano y el espacio interno del museo.
Se trata de un dispositivo multipropósito que bien puede servir de anfiteatro, escenario para eventos, sitio de una exposición o área de descanso. El complemento vegetal de este punto de encuentro ciudadano, como también lo entienden sus creadores, lo dan las plantas seleccionadas que se ubican dentro del tipo de las crasas o suculentas, que pueden almacenar importantes reservas de agua por largos períodos de calor.
En un plano más conceptual, la obra de Adrián Torres busca destacar la primacía del cambio como condición de la vida contemporánea. De allí la incertidumbre que frecuentemente nos aqueja por la movilidad física y espiritual a la que nos vemos sometidos. Sumidos en procesos de transformación constante, el destino del urbanitas parece ser el de una transición infinita sin un punto claro de llegada.
"Adrián Torres. Transition [Crasas Garden Installation]". Institut Valencià d’Art Modern - IVAM. Guillem de Castro, 118. Valencia, España. del 22 de junio al 29 de octubre de 2017.
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