El territorio ya no se conforma con ser descrito sólo en términos biológicos y materiales. El territorio ha devenido el espacio de posibilidad de nuestra existencia, porque lo ocupamos físicamente, pero también porque lo habitamos en virtud de las significaciones que definen nuestra relación en comunidad.
De allí que pueda hablarse de un espacio socialmente construido, es decir un espacio que pasa de ser considerado el contenedor de un grupo social para convertirse en otro más complejo que es el resultado de las decisiones y acciones de ese grupo a lo largo de su historia. Directa o indirectamente, los artistas visuales han contribuido con sus obras a reflexionar sobre esta acepción contemporánea del espacio, a partir de múltiples perspectivas que van desde la dimensión más íntima del individuo hasta la esfera más global de la sociedad.
En este tema se centra la exposición “El pulso del cuerpo. Usos y representaciones del espacio. Colección Per Amor a l’Art”, que propone a través de sus obras una aproximación a los modos en que es construido el espacio social. Se trata de un amplio conjunto de trabajos realizados en diversas técnicas y formatos por autores de distintas nacionalidades y momentos históricos, reunidos para este proyecto que se presenta en Bombas Gens. Centre d’Art.
La exposición se plantea un doble objetivo: por una parte, atiende a la posibilidad de visibilizar el espacio físico y social desde los intercambios que cotidianamente se producen en él. Por la otra, y en relación con lo anterior, propone un itinerario temático que deambula constantemente entre lo íntimo y lo colectivo.
A lo largo del recorrido los grupos de obras destacan la presencia de las relaciones humanas en el contexto de lo público; la visión más íntima del cuerpo donde este parece fundirse con el lugar que ocupa; y el conflicto que puede surgir entre la arquitectura y la memoria social. También se ofrece una acepción del espacio como registro o catálogo de su propio contenido; como un producto configurado por la tecnología y la industria; y como una experiencia formalizada por el lenguaje.
Para conducir este relato, el comisariado ha seleccionado los trabajos de importantes artistas como Bernd y Hilla Becher, Helen Levitt, Cartier-Bresson, Robert Frank, David Goldblatt, Luigi Ghirri, , Humberto Rivas, Victoria Civera, Elger Esser, Xavier Ribas, Francesca Woodman y Matt Mullican, entre muchos otros.
Se trata de la segunda presentación pública de la Colección Per Amor a l’Art que en esta oportunidad nos ofrece pautas visuales de gran interés para una reflexión acerca del territorio en que vivimos. Un territorio que en el contexto contemporáneo ha de ser asumido desde la complejidad que le aportan la tecnología y la información, así como desde las fronteras materiales y simbólicas tan cambiantes que intentan definirlo.
“El pulso del cuerpo. Usos y representaciones del espacio. Colección Per Amor a l’Art”. Bombas Gens. Centre d’Art. Desde el 14 de marzo de 2018 al 20 de enero de 2019. Prorrogada hasta el 10 de febrero. Comisariado: Nuria Enguita y Vicente Todolí. Más información en: www.bombasgens.com
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