En 1972, año en que Valencia asistía a la degradación de su patrimonio histórico y medioambiental, Manuel Sanchis Guarner publicó La ciutat de València. Síntesi d’història y geografia urbana. Era un tiempo en que se cernían sobre la ciudad la destrucción del casco histórico, las intervenciones en La Dehesa del Saler y los planes para una autopista en el antiguo lecho del río Turia. La obra de Sanchis Guarner contribuyó en gran medida a “cambiar la manera de observar y estudiar Valencia” y a salvarla de convertirse en un monstruo urbano.
València, 1972
En 1972, Valencia era una ciudad muy distinta a la que conocemos hoy. Ocurrían cosas que estaban alterando la estrecha relación histórica y cultural que durante siglos esta villa había mantenido con la huerta y el mar Mediterráneo.
En aquel tiempo, una política que parecía justificada en términos económicos ponía en peligro esa relación simbólica. Era una época en que se hacían planes para la construcción de una superautopista, se derribaban viejos edificios para erigir otros más “modernos” y se daban los primeros pasos para la explotación del turismo en la línea costera a través de nuevos hoteles, campos de golf, centros comerciales y demás. Esta política se conoció como “desarrollismo” y era la punta de lanza de toda una transformación que según sus promotores pondría a Valencia en el mapa de las ciudades más avanzadas.
Así que además de ser una ciudad distinta a la que es hoy, Valencia corría el riesgo de perder algo que era de una importancia vital: su esencia patrimonial y medioambiental.
El libro de Sanchis Guarner
Aquel año se publicó un libro que llamó mucho la atención sobre todo esto que estaba pasando y que influyó en el devenir de la ciudad como la conocemos hoy. Ese libro se titula La ciutat de València. Síntesi d’història y geografia urbana (Círculo de Bellas Artes, Valencia) y lo escribió el filólogo, historiador y escritor Manuel Sanchis Guarner (València, 1911-1981). La obra se presenta como una visión de la ciudad y su gente, desde su fundación, el año 138 a.C., hasta 1930. Entre sus aspectos más destacados está el hecho de haber sido escrita en valenciano, que como el resto de las lenguas locales no contaba con el visto bueno de la dictadura franquista. También resalta su enfoque en el contexto de la ciudad de Valencia, así como el compendio histórico y geográfico que desarrolla a través de la bibliografía más reciente para entonces.
Sin embargo, hay otros elementos que son sin duda de gran importancia como el apoyo en fuentes económicas y sociológicas que sustentan el perfil objetivo y sin apologías de esta obra, y sobre todo la voluntad de hacer del hombre común el centro de su investigación. Como señaló Sanchis Guarner: “en el libro no se habla solamente de los monumentos, de las piedras venerables, sino de los hechos y gentes que protagonizaron la vida que en esta ciudad tuvo lugar y desarrollo. La historia ya no es una lista de reyes y grandes personajes. Ahora, el protagonista es el hombre común”.
El libro, escrito en un estilo ameno y didáctico, abarca veintiún siglos de historia en poco más de seiscientas páginas, y cuenta con un gran número de fotografías, dibujos, mapas, y planos. Para los organizadores de la exposición “este libro cambió la percepción que hasta el momento se tenía de la evolución urbana y del patrimonio de la capital valenciana. La publicación abrió una etapa fructífera de estudios modernos y avanzados sobre arquitectura, arqueología, geografía urbana, historia, literatura e, incluso, fiestas y tradiciones, que tuvo el libro de Sanchis Guarner como revulsivo inmediato. Además, la obra abrió una corriente de aprecio hacia una ciudad que había que conservar y proteger de la destrucción”.
Y dado que en 2022 se cumplen cincuenta años de la publicación de aquel libro, la Universitat de Valencia ha querido recordarlo con una exposición en el Centre Cultural La Nau y que lleva por título "València 1972: hacia la ciudad monstruo. 50 aniversario del libro de Manuel Sanchis Guarner".
La ciudad monstruo
Pero de dónde viene eso de la “ciudad monstruo”. La frase no es de Sanchis Guarner, pero sí de la época. En particular de Salvador Pascual Gimeno, un arquitecto que comparaba la situación de otras ciudades como París o Londres con lo que podía pasar en Valencia.
Y esto es lo que Pascual Gimeno advertía:
“Sigue creciendo la ciudad y llega un momento en que sus dimensiones, el número de habitantes y las necesidades del conjunto urbano son tan elevadas que no basta con una restructuración de la antigua ciudad. Ya nada es útil, y entonces la ciudad es un monstruo que domina a todos y a nadie sirve, por lo que sus habitantes no son felices. Las distancias quitan tiempo a sus habitantes, que necesitan para trabajar, para descansar o para divertirse. Se eleva el presupuesto familiar al aumentar los gastos individuales. Los gases hacen antihigiénica a la ciudad. Nadie se conoce. No hay control individual y familiar. Los nervios se desbordan y todos desean salir de ella. Aprovechan los domingos y fines de semana para salir al campo, huyendo de la asfixia que produce la ciudad monstruo que se ha creado”.
Lo curioso es que Salvador Pascual Gimeno fue un arquitecto afín al régimen franquista que había participado en proyectos que dieron lugar a la situación que él mismo cuestionaba. Eso demuestra hasta qué punto era tan grave lo que se preveía para Valencia y la importancia que tenía mantenerla a salvo del yugo del progreso a toda costa.
Conocer la València de aquellos años
La exposición "València 1972: hacia la ciudad monstruo" parte de la base de que la mejor manera de medir el impacto y el alcance de la obra de Sanchis Guarner es conocer cómo era la ciudad en el año de su publicación.
En aquel momento se debatían tres grandes problemas urbanísticos:
- La urbanización de La Dehesa del Saler.
- La construcción de una gran autopista en el antiguo lecho del río Turia.
- La destrucción del centro histórico.
Para cumplir este objetivo el recorrido se organiza en cinco bloques que muestran a través de videos, fotografías, libros, carteles y otros documentos gráficos, cómo era el estilo de vida de aquellos años, así como las amenazas que el desarrollismo cernía sobre el perfil de la ciudad.
La VII Feria Española de Arte en Metal
Un capítulo de gran valor en la muestra es la sección dedicada a las artes plásticas, donde se presenta un conjunto de obras articulado en torno a la VII Feria Española de Arte en Metal, celebrada en Valencia en abril de 1972.
Vista de la exposición "València 1972: hacia la ciudad monstruo. 50 aniversario del libro de Manuel Sanchis Guarner" en el Centre Cultural La Nau. Foto: arte de cercanías |
Las obras de Andreu Alfaro, Joaquín Rubio Camín, Antonio Sacramento y Ricardo Ugarte, a las que suman las de Anzo, Rafael Armengol o Equipo Crónica dan cuenta de la expresión artística más insurgente que a través de formas y expresiones inusuales marcaba posición en relación con el conservadurismo del régimen franquista.
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