Más de ochenta obras de Eduardo Arroyo se congregan en la Fundación Bancaja en lo que constituye la primera retrospectiva en España del artista fallecido en 2018
Eduardo Arroyo. El buque fantasma, 2028. Óleo sobre tela. Colección particular |
La Fundación Bancaja presenta la exposición “Eduardo Arroyo”, la primera retrospectiva del artista en España tras su muerte acaecida en 2018. Comisariado por Marisa Oropesa, el proyecto reúne más de ochenta trabajos entre pinturas, esculturas, dibujos y collages divididos en dos etapas: una que se desarrolla en París entre 1958 y 1976, y la que corresponde al restablecimiento de la democracia en España, desde 1976 hasta el fallecimiento del artista.
Entre las obras destacadas de la exposición se incluye El buque fantasma, la última pieza en la que Arroyo estuvo trabajando en su taller de Robles de Laciana (León). Se trata de una tela inspirada en la composición de Richard Wagner conocida también como El holandés errante. En ella se muestra un submarino con ruedas flanqueado por caballitos de mar sobre un fondo de máscaras de Fantômas. Acerca de esta obra el escritor Julio Llamazares comentaba en el diario El País que “el melancólico buque induce a la trascendencia (la nave que se aleja para siempre o que se hunde, la barca de Caronte, la eternidad...), pero los colores vivos contrastan con ese sentimiento dándole al cuadro un sentido irónico, tan habitual en la obra del pintor”.
Eduardo Arroyo. Cordero místico, 2009. Grafito sobre papel. Colección P. Arroyo |
Otra obra destacada es El cordero místico, la interpretación personal que Arroyo realizó entre 2008 y 2009 del célebre Altar de Gante de los hermanos Hubert y Jan van Eyck.
Las temáticas más conocidas en la obra de Arroyo se aprecian en la exposición. Las centradas en lo social y lo político que definen los inicios de su carrera, pero también los referentes de la cultura popular expresados en la literatura, el cine, la historia y la música. De estas referencias surgen los elementos más característicos de su iconografía, como son los boxeadores, deshollinadores, toreros, flamencas y las moscas.
Moscas en la exposición de Eduardo Arroyo |
Otra faceta que se incluye en la muestra es su pasión por la escritura, evidente a través de extractos de sus textos dispuestos en las paredes de las salas, así como en los títulos de sus obras que muchas veces contienen referencias literarias.
Las obras reunidas provienen de la Galería Marlborough, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el IVAM, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, la Colección de Arte ABANCA y varias colecciones particulares.
Eduardo Arroyo nació en Madrid en 1937. Durante la dictadura franquista vivió el exilio en Francia y regresó a su país ya en democracia. Su postura antifranquista y pacifista se condujo en su obra a través de la ironía y la crítica.
Eduardo Arroyo. Réflexions sur l’exil: Irún-Hendaye 1939-1976, 1976. Óleo sobre tela. Colección particular |
Su estilo se reconoce por los grandes formatos, la vivacidad de los colores, una inclinación a la neofiguración, la ausencia de profundidad espacial y el aplanamiento de la perspectiva.
Según su viuda, Isabel Azcárate, en declaraciones recogidas por culturaplaza, Arroyo pintaba sobre lo que lo rodeaba y lo que consumía: “era un lector empedernido y le encantaba ver películas […] Creaba sobre las cosas que le inquietaban, era un pintor que escribía con sus cuadros”.
En 1982 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura, y en el 2000 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros reconocimientos.
Conoce más sobre Eduardo Arroyo:
"Eduardo Arroyo". Fundación Bancaja. Del 23 de febrero al 23 de junio de 2024. Prorrogada hasta el 1 de septiembre de 2024. Comisariado: Marisa Oropesa. Más información: fundacionbancaja.es
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Eduardo Arroyo. Panamá Al Brown: una vida de boxeador. Fórcola Ediciones, 2017. 328 páginas.
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