Explora los beneficios de usar crayones de cera, no solo como una herramienta artística sino también como un camino hacia la creatividad, la relajación y el bienestar emocional.
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De niños, muchos pasamos gran parte de nuestros primeros años borroneando con esos pequeños cilindros de colores, de brillo contenido, que se amoldaban con facilidad a nuestras manos infantiles y que dejaban en su trazo por el papel una estela de encendidos azules, amarillos o naranjas: eran los crayones de cera.
Solo con ver la caja o cualquier recipiente que contuviera aquellos palitos multicolores se abría una puerta a un mundo personal donde reinaban la libertad y la imaginación. Era un lugar donde no hacía falta saber dibujar ni ser artista, bastaba con entregarse al fervor creativo que alimentaba nuestros sueños y fantasías.
Un poco tratando de revivir ese estado previo a la vida adulta, en este artículo nos proponemos reivindicar el valor de los crayones de cera más allá de su función como útil escolar y considerarlos también como un material que nos permite reconectar con nuestro niño interior y experimentar la alegría simple de crear.
El encanto de los crayones de cera
La experiencia sensorial de usar crayones pone en juego varios sentidos al mismo tiempo: El olor característico de la cera, que a menudo se describe como ligeramente dulce y que recuerda a las clases de arte de la infancia, es un potente desencadenante de recuerdos y emociones. La textura suave y cremosa del crayón al deslizarse sin esfuerzo por el papel proporciona un placer táctil que es a la vez relajante y satisfactorio. Y el sonido rítmico del movimiento del crayón, un suave rasguño que varía en intensidad según la presión aplicada y la textura del papel, crea un fondo auditivo que puede ser relajante o estimulante.
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| 18 Noris junior de Staedtler. Foto: Amazon |
La simplicidad inherente de los crayones, tanto en términos de su composición material como de su aplicación sencilla, los convierte en una herramienta creativa increíblemente accesible y versátil. Su disponibilidad constante para su uso, sin necesidad de ninguna preparación o montaje complejos, mejora aún más esta accesibilidad. Esta facilidad de uso, junto con los resultados vívidos e inmediatos que producen los crayones, puede hacer que el proceso de crear arte con ellos parezca casi mágico. La transición sin esfuerzo de la imaginación a la expresión tangible que facilitan los crayones puede infundir al proceso artístico una sensación de asombro y espontaneidad.
El poder de la nostalgia
Los crayones de cera, con su textura suave y colores vibrantes, sin duda nos transportan a los días despreocupados de nuestra infancia. Al sostenerlos entre nuestros dedos, evocamos las emociones positivas asociadas con aquellos primeros garabatos que plasmaban nuestra imaginación en papel: un pirata iracundo con parche y espada, un paisaje apacible bañado por la luz del sol, nuestra flor favorita con pétalos delicados, la familia con la que crecimos, retratada con trazos infantiles pero llenos de amor.
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| Carioca. Wax crayons Maxi. Foto: Amazon |
Se dice que reconectar con estas actividades creativas de la infancia puede ser beneficioso para nuestro bienestar emocional. Al sumergirnos en el dibujo, nos reconectamos con la esencia de un mundo donde todo podía ser inventado, donde la imaginación no tenía límites y el tiempo se desvanecía en un presente continuo de juego y exploración.
Los crayones de cera, como herramientas de esta expresión artística, nos brindan la oportunidad de acceder a ese espacio interior, de reconectar con nuestra creatividad innata y de encontrar un refugio de paz y alegría en medio de las demandas de la vida adulta.
Beneficios de redescubrir la creatividad
Usar crayones para expresar la creatividad puede beneficiar la salud mental y emocional. En el mundo acelerado de hoy, colorear puede ser una forma relajante de escapar, que nos permite desconectarnos de las preocupaciones y reconectarnos con nuestra creatividad innata. Promueve la atención plena, la reducción del estrés y el alivio de la ansiedad. Al concentrarnos en los colores, las formas y los patrones, liberamos nuestra mente de la negatividad. Colorear fomenta un estado de calma, que nos permite simplemente ser. Redescubrir la expresión creativa a través de los crayones es una invitación a reconectarnos con nuestra esencia, nutrir nuestro espíritu y encontrar la paz en medio del caos. Al abrazar el juego y la creatividad, podemos liberar la tensión, reducir el estrés y la ansiedad, y redescubrir nuestra capacidad innata para la alegría y la autoexpresión.
Crayones para todas las edades
Si bien al principio puede parecer poco convencional para algunos, la intención detrás de estas declaraciones es enfatizar que los crayones de cera no son exclusivos para niños ni para personas con afecciones específicas. Los crayones son una herramienta artística versátil que pueden utilizar y disfrutar personas de todas las edades y habilidades. Su accesibilidad y facilidad de uso los convierten en una opción popular tanto para artistas principiantes como experimentados, y sus colores vibrantes y su textura suave permiten una amplia gama de expresiones creativas.
Solo es necesario incorporar esta herramienta en la rutina de relajación. Para ello tienes que elegir un espacio tranquilo, donde puedas estar cómodo y sin interrupciones, rodearte de tus colores favoritos, experimentar con diferentes trazos, texturas y capas de color y, muy importante, apagar el teléfono y cualquier otra distracción para sumergirte por completo en tu experiencia creadora.
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| Crayola. Foto: Amazon |
Incorporar este material a tu rutina de relajación requiere un entorno propicio. Busca un espacio tranquilo en el que puedas acomodarte cómodamente sin interrupciones. Rodéate de una variedad de tus colores preferidos, que inviten a una sensación de tranquilidad e inspiración.
A medida que te involucras en el proceso creativo, no dudes en experimentar con diferentes trazos, texturas y técnicas de superposición. Deja que los colores se mezclen e interactúen, creando un tapiz visual que refleje tu estado interior.
Para sumergirte por completo en esta experiencia, es fundamental minimizar las distracciones. Silencia el teléfono y cualquier otra posible interrupción, permitiendo que tu mente se concentre únicamente en el momento presente y en el relajante ritmo de colorear.
Recuerda que no hay reglas ni expectativas en esta práctica. Es simplemente una oportunidad para relajarte, desestresarte y aprovechar tu creatividad innata. Acepta el proceso y deja que los colores te guíen hacia un estado de calma y tranquilidad.
En un mundo cada vez más digital y acelerado, donde la creatividad a menudo se ve relegada a un segundo plano, los crayones de cera nos recuerdan la importancia de cultivar nuestra imaginación, de expresarnos libremente y de encontrar momentos de alegría y conexión con nuestro niño interior. Así que, la próxima vez que te encuentres con una caja de crayones, no dudes en tomarlos y dejar volar tu imaginación. Descubre el poder terapéutico del arte y redescubre la magia de crear con tus propias manos.
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